Medita mientras te bañas, encuentra la calma en tu rutina diaria

La ducha es un momento del día que solemos aprovechar para relajarnos por unos minutos. ¿Qué tal si aprovechamos este momento para incorporar la meditación y llevar nuestra relajación a un nivel aún más profundo? La meditación en la ducha es una práctica simple y efectiva que puede ayudarte a encontrar calma y claridad mental en medio de tu ajetreada rutina diaria. 

¿Qué es meditar y por qué es importante?

Meditar es una práctica milenaria que nos permite entrenar nuestra mente para estar más presentes y conscientes en el momento presente. Consiste en enfocar la atención en un objeto, pensamiento o actividad en particular, y observar los pensamientos y sensaciones que surgen sin juzgarlos. La meditación nos ayuda a calmar la mente, reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la concentración y la claridad mental, y promover un sentido general de bienestar y equilibrio emocional. Incorporar la meditación en nuestra vida diaria puede tener beneficios profundos y duraderos en nuestra salud mental y emocional, ayudándonos a vivir de manera más plena y consciente.

Muchos estudios científicos respaldan los beneficios de la meditación para la salud mental y física. Por ejemplo, investigaciones han demostrado que la meditación puede reducir el tamaño de la amígdala, la parte del cerebro asociada con el procesamiento del miedo y el estrés, lo que sugiere que la práctica regular de la meditación puede ayudar a regular las emociones negativas. También, estudios han encontrado que la meditación puede mejorar la concentración, la memoria y la función cognitiva en general. Desde la ciencia, se reconoce cada vez más la importancia de la meditación como una herramienta efectiva para mejorar la calidad de vida y promover el bienestar integral.

¿Cómo meditar mientras te bañas?

Primero "hay que estar dispuestos a dedicarnos unos minutos al día", asegura Ludovic Dujardin un ingeniero que dejó todo en 2014 para fundar Petit Bambou una app mindfulness se ha convertido en una eficaz herramienta para cuidar de la salud mental.

Ahora, sigue estos pasos:

1. Preparación: Antes de entrar en la ducha, tómate un momento para respirar profundamente y relajarte. Cierra los ojos y siente el agua tibia que cae sobre tu cuerpo, permitiendo que cualquier tensión se vaya.

2. Atención plena al agua: Una vez que estés bajo la ducha, enfoca tu atención en la sensación del agua sobre tu piel. Siente cómo el agua cae suavemente, llevándote a un estado de relajación profunda. Siente el aroma del jabón, del shampoo. Observa si tu mente divaga y hacia dónde se va. Vuelve al presente.

3. Respiración consciente: Mientras disfrutas de la ducha, concéntrate en tu respiración. Inhala lentamente por la nariz, sintiendo cómo el aire llena tus pulmones, y exhala suavemente por la boca, liberando cualquier tensión que puedas sentir.

4. Gratitud: Aprovecha este momento para practicar la gratitud. Piensa en todas las cosas por las que estás agradecido en tu vida y siente esa gratitud en tu corazón mientras te duchas.

La meditación en la ducha es una forma maravillosa de incorporar la atención plena en tu rutina diaria. Al practicarla regularmente, puedes encontrar mayor calma, claridad mental y renovación en tu día a día. Así que la próxima vez que te duches, tómate un momento para conectarte contigo mismo y disfrutar de los beneficios de esta simple pero poderosa práctica. Recuerda no gastar demasiada agua permaneciendo sólo el tiempo necesario.