Respirando con intención: un viaje hacia la consciencia y el bienestar
Jan 08, 2024
Por: Steph Sangster
En nuestro día a día, a menudo nos vemos inmersos en un torbellino de actividades y responsabilidades, dejando poco espacio para la reflexión. En nuestra frenética búsqueda de logros y éxitos, rara vez nos detenemos a considerar un aspecto fundamental de nuestra existencia: la respiración. Vivimos, nos movemos, pero ¿cuántos de nosotros realmente prestamos atención a cómo respiramos y cómo esta función esencial de la vida ha evolucionado a lo largo del tiempo?
Un poco de historia
El mundo actual, nos tiene yendo a toda velocidad, adelantando obstáculos y alcanzando metas, sin embargo en el camino, hemos perdido de vista algo tan básico como nuestra propia respiración. La analogía de la velocidad se extiende a la manera en que respiramos, un proceso que ha experimentado cambios notables alineados con el ritmo acelerado de nuestra existencia.
Históricamente, la respiración solía ser un acto instintivo y sin pretensiones. Respirábamos de manera natural, sincronizando nuestro ritmo con el entorno y las necesidades de nuestro cuerpo. Sin embargo, a medida que la sociedad ha evolucionado hacia un modo de vida más acelerado, también lo ha hecho nuestra respiración. Y aunque disfrutamos de los beneficios de la tecnología y la conectividad, también nos enfrentamos a niveles sin precedentes de estrés y ansiedad. Este estrés constante se refleja directamente en la forma en que respiramos.
Cuando enfrentamos situaciones estresantes, nuestro cuerpo activa el modo de "lucha o huida". Nuestra respiración se vuelve superficial y rápida, preparándonos para afrontar la amenaza percibida. El problema surge cuando este estado de alerta se convierte en la norma, y nos encontramos respirando de manera superficial incluso en momentos de supuesta calma, manteniendo al cuerpo en un estado constante supervivencia.
Aprende a respirar
La buena noticia es que una de las pocas cosas que podemos controlar en nuestra vida es la respiración, y si aprendemos a recuperar el control consciente de nuestra respiración, podemos aprender a gestionar mejor nuestras emociones y por lo tanto mejor nuestra salud en general.
Ahora, tenemos que tener dos cosas en claro. Una cosa es la consciencia de la respiración y la otra es la respiración consciente. Es importante empezar siempre por la primera para podes aprovechar los beneficios de la segunda.
Re-conoce tu respiración
La conciencia de la respiración, es el simple hecho de prestar atención a la respiración. Notar cómo la estamos haciendo. Al hacerlo podemos conocer cómo estamos respirando, si es que tenemos alguna disfuncionalidad como por ejemplo, si respiramos rápido, si lo hacemos por la boca, etc. Reconocer nuestra respiración primero es fundamental para lograr un cambio en ella y empezar a mejorarla o trabajar con ella.
Una vez que somos conscientes podemos pasar al segundo paso, la respiración consciente, esto quiere decir que vamos a manipular nuestra respiración para hacerla de una manera específica, por ejemplo, empezar a hacerla más lenta, o igual el tiempo de inhalación y exhalación. Es aquí donde podemos explorar con los distintos ejercicios de respiración que existen, como la respiración alterna, la cuadrada, etc.
Beneficios de aprender a respirar
Esta práctica ha ganado mucha popularidad en los últimos años como una herramienta efectiva para reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Numerosos estudios respaldan los beneficios de la respiración consciente. Desde la reducción de la presión arterial hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico, la práctica regular de técnicas de respiración consciente ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. La conexión entre la mente y el cuerpo se refleja claramente en la forma en que respiramos, y utilizar esta conexión puede ser una herramienta poderosa para mejorar nuestro bienestar general.
Empezar a incluir la práctica de la respiración consciente como una parte integral de nuestro día a día, puede ser una herramienta muy poderosa y ayudarnos a contrarrestar los efectos del estrés crónico y cultivar una mayor serenidad. Además, no solo es una herramienta para aliviar el estrés, sino también un recordatorio constante de nuestra capacidad para vivir de manera consciente y equilibrada en un mundo en constante movimiento.
Recuerda, la forma en la que respiras,
es la forma en la que estás viviendo.
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