Si quieres ser feliz, aprende de los niños

¿Alguna vez te has preguntado por qué los niños parecen tan felices la mayor parte del tiempo? Es como si tuvieran una fórmula secreta para la felicidad que los adultos hemos olvidado en algún lugar del camino.

Muchas veces se nos olvida cuando éramos pequeños, dejamos de hacer eso que nos hacía feliz como correr, jugar, pintar... Bueno, la verdad es que nunca es tarde para volver a hacer eso que nos llena e corazón. Podemos aprender mucho de los si solo nos detenemos un momento a observar y reflexionar.

¿Qué podemos aprender de los niños? 

Los niños tienen una forma única de ver el mundo

Para ellos, cada día es una aventura emocionante llena de posibilidades infinitas. No se preocupan por el futuro ni se lamentan por el pasado. Viven en el momento presente, disfrutando cada pequeño detalle que la vida tiene para ofrecer.

Una de las lecciones más importantes que los niños nos enseñan es la capacidad de asombro. ¿Recuerdas la última vez que te maravillaste ante algo tan simple como una mariposa revoloteando en el jardín o una nube en forma de animal? Los niños encuentran la belleza en todas partes y nos recuerdan la importancia de apreciar las pequeñas cosas de la vida.

La autenticidad

Ellos no tienen miedo de ser quienes son realmente, sin pretensiones ni máscaras. Nos enseñan a abrazar nuestras imperfecciones y a amarnos a nosotros mismos tal como somos. Después de todo, la verdadera felicidad solo se encuentra cuando nos aceptamos plenamente.

Gratitud

Ellos no dan por sentado nada de lo que tienen y encuentran alegría en las cosas más simples. Desde un helado en un día caluroso hasta un abrazo de un ser querido, los niños nos enseñan a ser agradecidos por todo lo que la vida nos brinda.

La importancia de jugar

El juego es su forma de aprender, explorar y conectarse con el mundo que los rodea. Nos recuerdan que no importa cuán ocupadas sean nuestras vidas, siempre debemos encontrar tiempo para divertirnos y disfrutar del momento presente.

La teoría de Hasan Merali

Hasan es un profesor asociado en el Departamento de Pediatría de la Universidad McMaster y médico de urgencias pediátricas en el Hospital Infantil McMaster. El Dr. Merali recibió su título de médico en la Facultad de Medicina de Harvard y completó su residencia en Pediatría en el Hospital General de Massachusetts. A lo largo de su carrera ha llegado a la conclusión de que los niños pequeños son modelos de bienestar. 

Sí, a pesar de las rabietas que pueden presentar a veces. Que son completamente normales.

5 hábitos de los niños que debemos adoptar

En su libro "Sleep Well, Take Risks, Squish the Peas: Secrets From the Science of Toddlers for a Happier, More Successful Way of Life", el Dr. Hasan recopila al menos 5 consejos para regresar a nosotros la felicidad de cuando éramos niños.

1. Háblate bonito. Los niños pequeños a menudo se hablan a sí mismos en voz alta. Esto es normal y beneficioso. La investigación muestra que los adultos también pueden beneficiarse al hablar positivamente consigo mismos. Esto puede ayudar a resolver problemas, aprender, aumentar la confianza y manejar las emociones. Intenta cambiar la forma en que te hablas a ti mismo, sustituyendo las palabras duras por afirmaciones positivas como "Sí se puede".
2. Muévete. Los niños de 2 años pasan casi cinco horas al día en movimiento. Muestran alegría y tienen un instinto natural para moverse. Sal a dar una vuelta rápida por tu cuadra o toma reuniones caminando en lugar de estar sentado. Estudios han demostrado que incluso breves periodos de actividad pueden aumentar la longevidad y a controlar los niveles de azúcar en sangre.
3. Pregunta. Los niños pequeños son muy curiosos y no tienen miedo de preguntar. ¿Sabías que los pequeños hacen un promedio de 107 preguntas por hora? Como adultos, muchas veces, reprimimos nuestras preguntas debido a la preocupación por lo que los demás puedan pensar. Sin embargo, hacer preguntas no solo nos ayuda a obtener información, sino que también fortalece nuestras relaciones.
4. Ten una rutina. Sobe todo, para dormir. A los niños les gusta tener rutinas, y tener un horario regular para dormir y despertar también te beneficiará. Si tienes tiempo y sientes la necesidad, tomar una siesta también puede ser bueno para ti. Puede mejorar tu pensamiento, tu tiempo de reacción y tu memoria.
5. Diviértete. Los niños se ríen de todo. Estudios muestran que se ríen seis veces más que los adultos. Pasar tiempo con amigos aumenta nuestras risas, así que es importante hacerlo.